Recomendaciones de mantenimiento para estructuras
de madera, pérgolas y toldos
(recomendado
cada 2 años)
1.
– Limpieza básica.
En general para todas las superficies se debe limpiar polvo, hojas y
acumulación de materiales acarreados por el viento ocasionalmente.
2.
– Mantenimiento superficial.
Anualmente limpiar la superficie con cepillo y agua. Dejar secar. Rellenar con
masilla posibles grietas o nudos. Dejar secar.
3.
– Revisar todos los
tornillos y accesorios metálicos, que estén en buenas condiciones y
bien apretados. Debido a los cambios de temperatura y por consiguiente a la
expansión o contracción de la madera, es posible que alguna tortillería presente
síntomas de estar un poco suelto, apretar en este caso o reemplazar si
estuviese deteriorado.
4.
– Restaurar el
acabado de la superficie con un tratamiento protector de Lasur a
poro abierto con base al agua cuando estros muestren signo de deterioro.
5.
– Reemplazar la
madera que presente deterioro por entrada de agua (la madera no debe
estar expuesta por períodos prolongados a goteras o entradas de humedad).
6.
– Mantenimiento de herrajes.
Cuando se tengan herrajes en las estructuras, éstos se deben incluir en el
mantenimiento de toda la pieza. Inspeccionar los tornillos, verificar que estén
apretados y en buenas condiciones. Reemplazar los tornillos herrumbrados.
Revisar herrajes expuestos a la intemperie y reemplazar por nuevos aquellos en
que hay evidencia de corrosión.
7.
– Madera a la intemperie en contacto con el suelo. Evaluar
las partes enterradas en el suelo. Se debe excavar alrededor del poste y punzar
con un formón o cuchillo afilado observando el estado de la madera. Aplicar
protector tratante y en su caso reemplazar la madera que presten deterioro.
8.
– Lonas de toldos.
Uso y mantenimiento:
Recogerlo en caso de lluvia. Los
toldos son para el sol, no para la lluvia, y aunque tienen lo que se llama “columna
de agua”, es decir, una capa de impermeabilizante por donde resbala el agua, en
caso de estancamiento por bolsa llega a calar. Lo mismo se puede decir cuando
haya vientos fuertes, ya que los brazos o palillería se desnivelan y la lona se
deforma.
Nunca recoger o enrollar un
toldo mientras esté húmedo. Si por fuerza mayor tuviera que hacerlo, desplegarlo
a la primera ocasión posible y espera a que la lona se seque completamente. Esto
es importante porque aunque las lonas tienen un tratamiento antiputrefacción,
siempre hay peligro por culpa de partículas o poluciones atmosféricas que si
que son putrescibles.
Limpieza. Desempolvar el toldo,
que debe estar seco, lo mas completamente posible, a fin de eliminar todas las
partículas de la superficie, ya sea por aspiración o cepillado. Esto puede
hacerse cada seis meses. Para limpiar, hacerlo con agua tibia (nunca caliente)
mediante un regado y cepillado simultáneo.
Manchas. Para las manchas
dejadas por los dedos o las de grasa, utilizar un tampón con disolvente
(tricloroetileno). Para manchas acuosas, limpiar al máximo con una esponja y
frotar con un paño húmedo. Nunca utilice detergentes ni productos químicos no
recomendados.
Revisar accesorios. Hay que
revisar toda la estructura en general y que los componentes que estén en
perfecto estado, así como la tortillería de sujeción.
Puede solicitarnos presupuesto para esta
labor mandándonos un email indicándonos sus datos a info@qah.es
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